R. SASTRE | valladolid 29/11/2013 Diario de León.
Empieza la cuenta atrás. Los alojamientos de turismo rural de Castilla y León tendrán de plazo un año para autocondecorarse con estrellas verdes, el distintivo que les permitirá certificar sus instalaciones, equipamientos o la calidad de sus servicios en el mercado nacional.
Así lo recoge el decreto aprobado ayer por el Consejo de Gobierno, que convierte a Castilla y León en la autonomía «pionera» en regular el funcionamiento de estos establecimientos, según explicó el portavoz de la Junta, José Antonio de Santiago-Juárez.
El modelo de categorización plasmado en la norma fue elaborado por la Comunidad, en colaboración con La Rioja, y asumido por el resto de autonomías en la Conferencia Sectorial de Turismo del 8 de abril de 2013, por lo que es válido en todo el país.
La ‘autocondecoración’ de estrellas verdes se fundamentará en una declaración responsable del propietario de la casa, hotel rural o posada –las tres figuras que también regulariza el decreto–, aunque luego la Junta podrá ejercer labores de inspección.
La definición de las casas rurales –el tipo de alojamiento más numeroso en la Comunidad, 3.414 ‘censadas por la Junta– quedará ‘acotada’, para las de nueva apertura, a establecimientos con un máximo de 16 plazas (seis más de lo permitido hasta ahora), que se alquilarán al completo, sin posibilidad de hacerlo por habitaciones.
Para conseguir las estrellas verdes, el propietario deberá examinar siete variables: entorno y situación; acondicionamiento, equipamiento y confort en las dependencias; equipamiento general, incluyendo exteriores; trato al cliente y servicios; sostenibilidad y cuidado del medio ambiente; seguridad y accesibilidad; y gestión de calidad desde el punto de vista de tratamiento al cliente y sus quejas.
En el caso de hoteles rurales y posadas, los criterios se amplían en tres más: restauración; y actividades y servicios adicionales. Además, de acuerdo con el decreto aprobado ayer, el hotel rural no tendrá capacidad mínima pero sí máxima, 50 plazas; mientras que no hay capacidad reglada para las Posadas.
En cuanto a los centros de turismo rural, descatalogados con la Ley de Turismo de 2010, tendrán un año de plazo para convertirse en hoteles rurales.
Así lo recoge el decreto aprobado ayer por el Consejo de Gobierno, que convierte a Castilla y León en la autonomía «pionera» en regular el funcionamiento de estos establecimientos, según explicó el portavoz de la Junta, José Antonio de Santiago-Juárez.
El modelo de categorización plasmado en la norma fue elaborado por la Comunidad, en colaboración con La Rioja, y asumido por el resto de autonomías en la Conferencia Sectorial de Turismo del 8 de abril de 2013, por lo que es válido en todo el país.
La ‘autocondecoración’ de estrellas verdes se fundamentará en una declaración responsable del propietario de la casa, hotel rural o posada –las tres figuras que también regulariza el decreto–, aunque luego la Junta podrá ejercer labores de inspección.
La definición de las casas rurales –el tipo de alojamiento más numeroso en la Comunidad, 3.414 ‘censadas por la Junta– quedará ‘acotada’, para las de nueva apertura, a establecimientos con un máximo de 16 plazas (seis más de lo permitido hasta ahora), que se alquilarán al completo, sin posibilidad de hacerlo por habitaciones.
Para conseguir las estrellas verdes, el propietario deberá examinar siete variables: entorno y situación; acondicionamiento, equipamiento y confort en las dependencias; equipamiento general, incluyendo exteriores; trato al cliente y servicios; sostenibilidad y cuidado del medio ambiente; seguridad y accesibilidad; y gestión de calidad desde el punto de vista de tratamiento al cliente y sus quejas.
En el caso de hoteles rurales y posadas, los criterios se amplían en tres más: restauración; y actividades y servicios adicionales. Además, de acuerdo con el decreto aprobado ayer, el hotel rural no tendrá capacidad mínima pero sí máxima, 50 plazas; mientras que no hay capacidad reglada para las Posadas.
En cuanto a los centros de turismo rural, descatalogados con la Ley de Turismo de 2010, tendrán un año de plazo para convertirse en hoteles rurales.
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